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ROI del bienestar corporativo, clave para retener el talento

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Cuando hablamos de bienestar corporativo, muchas veces se piensa en beneficios intangibles: empleados más felices, mejor clima laboral, mayor compromiso. Pero para los directores y líderes de organizaciones, la pregunta clave siempre es:

¿Cómo impacta realmente en los resultados de la empresa?


El bienestar no es solo un gasto en beneficios o programas; es una inversión estratégica cuyo retorno puede medirse, cuantificarse y optimizarse. Con las métricas correctas, la alta dirección puede ver claramente: cómo cuidar a las personas se traduce en valor tangible.


Por qué el ROI del bienestar importa

Invertir en salud física, mental y emocional de los colaboradores genera beneficios directos e indirectos:

• Reducción del ausentismo: empleados saludables faltan menos, lo que disminuye costos operativos.

• Disminución de rotación: los colaboradores que sienten que la empresa se preocupa por su bienestar permanecen más tiempo.

• Aumento de productividad: equipos energizados y enfocados generan más valor en menos tiempo.

• Mejor clima organizacional: promueve colaboración, innovación y retención de talento clave.


Métricas que la alta dirección debería monitorear

Para demostrar ROI, es necesario medir resultados de forma concreta. Algunas métricas efectivas incluyen:

1. Ausentismo y presentismo: seguimiento de días perdidos y productividad durante la jornada laboral.

2. Rotación de personal: comparar índices de retención antes y después de implementar programas de bienestar.

3. Engagement y satisfacción laboral: encuestas periódicas que midan motivación, compromiso y percepción de la empresa.

4. Productividad y desempeño: evaluación de KPIs clave de cada equipo y su evolución con programas de bienestar.

5. Costos de salud y seguros: reducción de reclamaciones médicas y enfermedades relacionadas con el trabajo.

6. Participación en programas: el nivel de adopción es un indicador directo del valor percibido por los empleados.


Cómo maximizar el ROI de bienestar

1. Definir objetivos claros: ¿Quieres reducir ausentismo, mejorar productividad o retener talento crítico? Cada meta requiere métricas específicas.

2. Personalizar programas: no todos los empleados tienen las mismas necesidades; la personalización aumenta la eficacia.

3. Monitorear continuamente: medir resultados en tiempo real permite ajustes estratégicos que incrementan el retorno.

4. Involucrar a los líderes: la participación activa de la alta dirección multiplica el impacto y genera cultura organizacional.


El bienestar corporativo deja de ser un gasto y se convierte en una inversión medible. Las empresas que logran demostrar su ROI no solo justifican el presupuesto, sino que fortalecen su competitividad al tener equipos más sanos, motivados y productivos.


Para la alta dirección, entender y aplicar estas métricas es clave: cuidar a las personas se traduce directamente en crecimiento y rentabilidad para la empresa.


Visto el contexto, parece inevitable que las compañías empiecen a invertir seriamente en los salarios, las oportunidades y el bienestar general de sus empleados. Porque es algo bueno para el negocio, y se están dando cuenta de ello.


La retención del talento consiste en las prácticas realizadas por una organización con el objeto de generar un ambiente laboral que propicie el crecimiento profesional de un trabajador o trabajadora, para que continúe por decisión propia en la empresa.


Las organizaciones, y en especial los Recursos Humanos, saben de la relevancia de cuidar a cada uno de sus trabajadores. Retener el talento humano es primordial para asegurar el éxito de una empresa.


Por ello te traemos las claves más importantes para retener el talento en tu equipo:


1. Proceso de selección

Retener el talento humano comienza en el proceso de selección. El futuro empleado o empleada debe tener claras cuáles son las posibilidades reales de crecimiento de la entidad y así saber si la empresa va a ser el escenario perfecto para su desempeño laboral.


2. Una agradable bienvenida

El proceso de onboarding o bienvenida en una organización es un paso crucial para fidelizar desde el inicio al talento de tu compañía. Convierte a tu nuevo empleado o empleada en un miembro productivo de la organización.


3. Contar con liderazgo efectivo

La figura del líder se vuelve un imprescindible en cualquier empresa. El liderazgo tiene que estar presente, ser un guía para los trabajadores, una persona donde apoyarse y con la que motivarse. Adiós al micromanagement, reorganizar el trabajo de manera más flexible en un mundo más asíncrono también implica que debes dar más autonomía a tus colaboradores. Aunque sigas supervisando y acompañando, tus empleados quieren poder liderar y responsabilizarse de sus propios proyectos coincidiendo menos con sus jefes. Olvídate del control y empieza a trabajar la confianza.


4. Modelos flexibles para conciliar la vida profesional y personal

Un modelo de trabajo más flexible implica que tus empleados puedan trabajar cuando quieran y desde dónde quieran. Para muchos profesionales, pasar tiempo con sus familias y gestionar su propio tiempo se ha convertido en una prioridad innegociable y solo optarán por trabajos que se lo permitan.


El trabajo es importante, pero también la familia. Conseguir ese tándem idóneo, en el que ninguna de las partes queda perjudicada. La conciliación es clave, por ello, cada vez más las empresas apuestan por una flexibilidad laboral total. Es decir, adaptarse a los horarios de los miembros de la organización, fomentar el teletrabajo, en definitiva, ponerlo fácil y que el trabajo no sea un impedimento para no disfrutar de los tuyos.


5. Apuesta por el job crafting.

Todos queremos desafíos con un trabajo interesante y tener la oportunidad de aprender algo nuevo que esté alineado con nuestros talentos e intereses, lo que algunas personas llaman job crafting. Esto también es particularmente necesario dado que los avances tecnológicos están cambiando la naturaleza de muchos trabajos.


En otras palabras, crea una cultura de condiciones de trabajo individualizadas donde las responsabilidades se amolden a las particularidades de cada empleado. Cada profesional tiene unos intereses, valores, preferencias, fortalezas, debilidades y habilidades únicas. Si puedes consensuar con cada uno unas tareas que se ajusten a aquello que se les da mejor, aumentará su rendimiento, su sensación de control, su compromiso y su motivación.


6. Mejora la comunicación.

Para aplicar cualquiera de estos cambios, es imprescindible que conozcas muy bien a tus empleados. Y para conocerlos, tienes que comunicarte con ellos de manera cercana y empática. Crea espacios y canales para conversar con ellos con calma y sinceridad y ten en cuenta que muchos están pasando momentos muy complicados. Para que todo fluya dentro de una organización, la comunicación interna es muy importante. De este modo, una de las prácticas más empleadas para fomentarla es la escucha activa.


Que todos los miembros de la organización puedan expresarse libremente, siendo escuchados por el resto de la plantilla.


7. Cuida la formación.

La única forma de que tus colaboradores estén preparados para afrontar cualquier cambio o nuevo reto es que no dejen nunca de aprender. Que la empresa cuide su formación les da confianza y les ayuda a sentirse más valorados e involucrados. Y no olvides que la fuente de talento más accesible es cuidar el talento que ya tienes en casa.


8. Plan de desarrollo profesional

Además de propiciar un plan de formación donde actualizarse y generar profesionales más competentes y cualificados, desde la organización es muy crucial trabajar para incentivar el desarrollo profesional de cada una de las personas que conforman su organización.


Contar con opciones reales de promoción interna es un factor muy motivante para el trabajador. Disponer de nuevos objetivos, responsabilidades, así como de un incremento salarial.


En definitiva, saber que no vas a estar estancado realizando las mismas funciones durante el resto de tu vida profesional. Llevar a cabo un plan de carrera profesional no podía faltar en este listado de estrategias de retención del talento humano para tu organización.


9. Cultiva el sentido de propósito.

Las personas necesitan un sentido de propósito, es decir, sentir que están contribuyendo a algo que es positivo y significativo. Eso puede ser algo realmente grande como el cambio climático, o simplemente tener la sensación de ser visto y respetado por la forma en que contribuyes a tu equipo.


Haz que formen parte de algo más grande que ellos mismos. Una vez cubiertas nuestras necesidades básicas, todos sentimos la voluntad de contribuir a la sociedad y de trabajar en algo que valga la pena y que tenga sentido más allá de nosotros mismos. Si tu empresa tiene unos valores, una cultura y un propósito claros, atraerá a los profesionales que se identifiquen más con esa visión.


10. Valora a tus empleados.

Valorar el trabajo bien hecho es también un modo de motivar a las personas de una organización. A todos nos resulta reconfortante saber que lo hemos hecho bien. Y oírlo en la voz de tu superior o compañero, todavía más. Cuando un trabajador se siente valorado, aumenta su sentido de pertenencia y refuerza sus lazos con la empresa. Pedirles ayuda y reconocer personal y públicamente el valor que aportan contribuye a que quieran seguir creciendo a tu lado. Dales el respeto y la atención que se merecen, no los des por sentado y piensa en ellos más como clientes que como empleados.


11. Diseña remuneraciones a medida.

Obviamente, más allá de gestos y palabras, una de las vías más efectivas para valorar y retener a tus empleados es a través de un buen sueldo. Pero no solo se trata de pagarles más. Crear planes personales de beneficios financieros, sociales y de desarrollo ajustados a sus preferencias ayudará a que se sientan más vinculados a la compañía.


12. Permite la desconexión.

Aunque el teletrabajo nos ha dado mucha flexibilidad, también nos ha traído dosis importantes de estrés y agotamiento derivado del uso continuado de dispositivos y aplicaciones, a los que seguimos conectados incluso cuando teóricamente estamos descansando. Facilita que tus empleados desconecten de las pantallas y evita que sientan la obligación de estar disponibles en todo momento.


13. Si se van, dales las gracias.

Si finalmente, y a pesar de todos tus esfuerzos, uno de tus empleados decide hacer las maletas, la mejor actitud que puedes tomar es la del agradecimiento. Todos evolucionamos y es normal que a veces nuestros caminos se separen. Afronta la despedida con aprecio y ayuda a esa persona a ver el impacto positivo que ha dejado en la organización. Además, nunca se sabe si lo volverás a encontrar en el futuro.


Mejorar el clima laboral y ofrecer un espacio de trabajo agradable, seguro y reconfortante es del todo imprescindible, si deseas que tu equipo siga creciendo en tu empresa. Apostar por tu equipo es del todo necesario. Las empresas están formadas por personas y estas deben sentirse como tales. Conecta a todas las personas de tu equipo y como lo harías con tus clientes, ofrece una gran experiencia a tus empleados, ellos son quiénes hablarán más de ti.

 
 
 

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