Red flags de los trabajos tóxicos

Las red flags o banderas rojas son señales de alerta que indican que algo no va bien. Se usan para identificar actitudes o comportamientos que podrían ser dañinos o incompatibles con nuestra forma de ser.

Las "red flags" en el trabajo son señales de alerta que indican que algo no está bien o que no se debe tolerar. Es importante identificar estas señales para evitar que afecten la salud emocional y el sentido de pertenencia del equipo.

Si te sientes agobiado por el trabajo, sin ganas de levantarte, te estresa de sobremanera tu ambiente laboral o bien tienes una mala intuición sobre una nueva oferta de empleo, puede que hayan algunas banderas rojas que estés pasando por alto. Desde hacerte preguntas muy personales en la entrevista, poca claridad en los pagos o bombardearte de instrucciones caóticas, te dejamos un listado a considerar antes de aceptar un trabajo, o bien para que reflexiones si es tiempo de poner límites en el tuyo.

❌ Prácticas laborales que deberían anularse:

En la oferta laboral

⛔Ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdaderas

⛔Falta de claridad en las responsabilidades y oferta del puesto

⛔Ausencia de oportunidades de crecimiento

⛔Mala reputación de la empresa

⛔Entrevistas desorganizadas o faltas de profesionalismo

⛔Requisitos de experiencia que no van acorde con la vacante

⛔Preguntas incómodas o demasiado personales

⛔Falta de claridad en las respuestas o retroalimentaciones

⛔ Ver las brechas laborales como alerta

⛔ Más de 3 rondas en entrevistas laborales

⛔ Ignorar a los candidatos (ghosting)

⛔ Tener discriminación de edades o géneros

En el ambiente laboral

⛔ Glorificación del exceso de trabajo

⛔ Expectativa de estar disponible 24/7

⛔ Micromanagement (microgestión)

⛔ Retorno obligatorio a la oficina

⛔ Reuniones que podrían haber sido un mail

⛔ Despidos insensibles y alta rotación

⛔Culturas tóxicas

⛔Acoso

⛔Falta de comunicación

⛔Abuso de poder

⛔Procesos de entrevista excesivamente complicados

⛔Respuestas o decisiones que no se alinean con los valores

⛔ Presencialidad por sobre productividad

⛔ Bullying y/o acoso laboral 

⛔ Falta de claridad, objetivos y tareas

⛔ Ausencia de retroalimentación y evaluación

Pedirte trabajo a cambio de exposición, promoción o una promesa de empleo

Partimos por aquí: suele ser común en los trabajos creativos el recibir una oferta laboral no remunerada con la excusa de que “no hay presupuesto todavía”. A cambio, como una forma de retribución, te ofrecen la “gran oportunidad” de exponer o promocionar tu trabajo, adquirir experiencia, o bien te prometen la posibilidad más adelante de un trabajo remunerado. Es tentador aceptarlo, sobre todo para quienes están iniciándose o intentando hacerse un nombre en un medio, y puede que en algunos casos resulte o valga la pena. Pero ojo, estos clientes o empresas que sí tienen recursos pueden pasarse la vida buscando principiantes para no invertir debidamente en un equipo creativo. En algún punto hay que poner un límite; el trabajo creativo tiene un valor, saber cobrar es importante y saber pagar -sobre todo en empresas con fines de lucro que pueden hacerlo- es un respeto mínimo.

Decirte que “Son una gran familia” para exigirte más de la cuenta.

Alza la bandera cuando un jefe hable de su empresa como “una gran familia”, o pide trabajadores “con la camiseta bien puesta”. De por sí no está mal, puede tener buenas intenciones e incluso puedes toparte con la sorpresa de que sea cierto y te sientas en familia; pero eso lo decide cada uno. Las familias también pueden ser tóxicas, y cuando una empresa se presenta como un sistema familiar y comienza a pasar límites laborales con exigencias que van más allá de las competencias u horarios: alerta roja. Es importante tantear bien qué supuestas lealtades se esperan específicamente al ser “miembro” de esa familia. ¿Acaso horas extras no remuneradas? ¿Exigencias laborales más allá de tus competencias? Este tipo de liderazgo corresponde a una idea más antigua, “antes se ocupaba mucho esto de que tienes que darlo todo a la empresa. Ya no es así, y exigir tener que estar disponible todo el tiempo es una red flag importante. Hoy los tiempos apuntan a la flexibilidad y la calidad de vida.

No recibir nunca ni un buenos días, ni un por favor, ni un gracias.

Los modales y las formas nunca pasarán de moda. Es normal que vivamos urgencias, momentos de estrés, tensiones en lo equipos de trabajo, o quizás se dé un trato más informal entre compañeros, pero siempre la comunicación debe ser en base al respeto, partiendo por uno mismo. A la larga, cuando dejas de recibir un trato amable y respetuoso, el ambiente laboral se vuelve frío, impersonal y distante. Y pasamos demasiado tiempo en el trabajo como para relacionarnos así. Esto más que de la empresa en general puede ser de la persona en particular. Si las personas líderes no se preocupan del clima laboral entonces el resto de los trabajadores tampoco se preocuparán. Hoy no están los tiempos para aceptar ese tipo de tratos. En casos más extremos, si aparte hay gritos, malas palabras, humillaciones, es mejor HUIR.

Que los jefes hablen mal o hagan bromas de mal gusto sobre algún empleado/a o ex empleado/a no presente.

EXTRA RED FLAG: ese próximo empleado o ex empleado podrías ser tú. Aquí también hay que agregar cualquier tipo de comentario homofóbico o racista en el ambiente laboral.

Que no sean claros con la información sobre el puesto: ni las funciones, ni condiciones, ni contrato.

Siempre va a ser mejor tener todo claro y respaldado antes de firmar o aceptar cualquier acuerdo laboral; especificar las funciones, las condiciones laborales y siempre firmar un documento de respaldo. Aunque parezca algo mínimo, lamentablemente en la realidad no siempre se da, y por necesidad terminamos accediendo a tratos ambiguos y poco claros por miedo a quedarnos sin trabajo. En México, en el primer trimestre de 2024, el 54.3% de la población ocupada en México trabajaba en condiciones de informalidad, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI; ya nos podemos imaginar cuánto abuso puede haber en aquellos que no tienen la oportunidad de regular sus contratos. Por lo mismo, es la primera bandera roja que nos invita a preguntar y aclarar todas las dudas antes de dar el sí.

Bombardearte de mensajes a toda hora o desaparecer sin contestar.

Nada peor que una comunicación errática, ambigua y caótica; mensajes que te llegan por whatsapp y por correo, un jefe que te dice una cosa y otro algo distinto, te exigen a horas no adecuadas, y te piden cambios fuera de plazo. O por el contrario, el temido ghosting laboral: que pasen días o semanas sin que te contesten alguna información. Así cualquiera se vuelve loco. La comunicación caótica en el mundo freelance es común; te piden trabajos a último minuto, y como son clientes que uno quiere cuidar, terminas aceptando tiempos muy apurados y mal pagados. Esto muchas veces tiene que ver con un tema de liderazgo y no necesariamente de la empresa: Hay jefes que son súper desorganizados, no tienen estructuras, no están alineados a la estrategia, o no bajan la información a tiempo. Es difícil darse cuenta de esto antes de entrar a un trabajo, pero si ya estamos en esa situación podemos siempre conversar con ese jefe o bien escalar a quién está más arriba para mejorarlo.

Darte un feedback poco claro del tipo “es que no me gustó”.

Está bien, no te gustó, pero específicamente ¿Por qué? No eres adivino ni estudiaste para entender el gusto personal de una persona en especifico. Los trabajos deben tener pautas claras y los feedback siempre pueden explicarse con fundamentos y de manera acertiva para darte la oportunidad de ir aprendiendo lo que se espera.

Presencialidad por sobre productividad.

Tienes poca flexibilidad laboral para ir al doctor o a buscar a tu hijo, o atender tu bienestar personal, y te ponen mala cara cuando te vas a la hora porque aún existe esa idea de que entre más tarde te vayas, mejor trabajador eres. Ya no están los tiempos, las personas tienen salud, familia y vida personal, pregúntate si realmente te están haciendo “calentar asiento” porque sí.

Preguntarte de temas personales en la entrevista de trabajo.

Suele ocurrir en temas de género, edad, estado civil, etc. A veces la cultura de la empresa se dice familiar pero no lo es. Los líderes exigen estar full time así que la gente de más edad, los padres o madres (sobre todo solteros), las personas casadas, etc. pueden ser un problema para ese "enfoque empresarial". Hay que tener mucho ojo cuando te hacen estas preguntas personales que no corresponden, solo deberían hacerte preguntas relacionadas al cargo que vas a desempeñar.

Sentir angustia cuando te levantas a trabajar

Si a estas alturas ya se te pasaron todas las banderas, y levantarte cada día a trabajar resulta ser una angustia o vas desmotivado; que no se te pase la más importante: si puedes elegir, siempre prioriza tu salud y bienestar personal, porque para poder ayudar a la gente que quieres, necesitas estar bien tú.

¿Qué otras red flags agregarías, o que malas experiencias te han sucedido? Cuéntanos.

#BanderasRojasLaborales #SaludMentalEnElTrabajo #TrabajoDigno #CulturaLaboral #BienestarLaboral #TrabajoConValores #RespetoLaboral