Felicidad y salud en el trabajo: la gran deuda de las empresas

Felicidad y salud en el trabajo, son sin duda la asignatura pendiente en las organizaciones, principalmente por falta de verdaderos programas de bienestar en las empresas, y su correcta implementación efectividad.

La óptima salud física y mental ya no son suficientes para lograr que las organizaciones sean sostenibles en el tiempo, se debe lograr que el trabajo sea fuente de felicidad.

En la era del bienestar en el trabajo, ya no sólo es importante que los colaboradores tengan un estado óptimo de salud física y mental, sino que hagan su trabajo con gusto, que sean felices al realizarlo.

Los programas de bienestar tienen una relación directa con los resultados de las organizaciones. Para crear una fuerza de trabajo más resiliente y mantener el éxito del negocio, las empresas están invirtiendo en una variedad de programas de bienestar, y este se logra con algo más que estrategias para cumplir con las normas, debe llevarse al siguiente nivel para que se hable de un bienestar real.

Es necesario que las organizaciones se pregunten a dónde quieren llegar con estos programas, es decir, el impacto que buscan tener.

La salud mental va más allá de que te sientas bien, tienes que ser feliz al realizar tu trabajo, por lo tanto, el reto para las empresas es convertir esas normas, que son impuestas por el gobierno, en parte de la cultura y visión de su organización.

Para establecer una correcta estrategia de bienestar en las organizaciones, se debe comenzar por conocer las necesidades e intereses de los colaboradores, el tipo de industria, cuántos y qué tipo de generaciones se encuentran conviviendo en ella.

Los datos son fundamentales para comprender las deficiencias en las organizaciones, y centrarse en las acciones que realmente importan. Entre las acciones más comunes para identificar los deseos y las necesidades de los diferentes grupos de empleados están las estrategias de escucha y toma de opinión.

Todo ello permitirá establecer un modelo de bienestar acorde a los objetivos organizacionales y que al mismo tiempo beneficie y les sea atractivo a los trabajadores.

Si bien hoy existen varias regulaciones que se implementaron a razón de normas, como la NOM-035 para prevenir los riesgos psicosociales en los centros de trabajo, también es cierto que es una oportunidad para crear culturas organizacionales con una visión distinta.

Y es que una cultura que busca que sus colaboradores sean felices, tendrá un desarrollo sostenible en el tiempo, lo que también incluye el desarrollo humano de esos empleados.

Así, coincidieron los especialistas, aunque se debe cumplir con las normativas, ese no debe ser el fin último en las organizaciones, sino diseñar lo mínimo indispensable para garantizar la salud de las personas y llevarlo a un nivel de salud integral, se debe estimular a los colaboradores con competencias, conocimientos sobre autocuidado, con información sobre la importancia de dormir bien, de tener buenos hábitos, comer bien, así como educación financiera.

Además, que los coach ocupacionales que se encarguen de la parte de la estrategia de bienestar tengan tres habilidades interpersonales básicas como la empatía, confianza y credibilidad, más allá de las técnicas.

Esto es clave porque serán la cara de ese programa de bienestar que permitirá que esta cultura se interiorice en la organización y se tenga un impacto real en las personas que la conforman.

Para que un programa de bienestar tenga éxito, una organización debe situar al empleado como foco principal de los programas, comprender sus experiencias, necesidades y deseos, y mirar más allá de la organización para considerar también su papel en la familia y como afecta o beneficia su vida personal.

El bienestar es ahora un componente esencial de la experiencia del empleado y la base de una estrategia de beneficios eficaz, muchas empresas lo consideran el hilo conductor que crea coherencia y estabilidad para todos los empleados, pero sobre todo, es un reflejo real del tipo de organización y líderes que se tiene.

¿En tu lugar de trabajo existe actualmente un plan de bienestar?

Si la respuesta es no, escríbenos y comencemos a ver como mejorar tu organización desde su base principal: las personas.

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