El valor de una persona: su actitud
- Raúl Alvarado

- 15 jul 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 feb
El valor de una persona viene determinado por sus conocimientos, sus capacidades, su experiencia..., pero sobre todo, por su actitud. Lo que diferencia a los «fuera de serie» del «montón» es su actitud. La integridad, la honestidad, la generosidad, la empatía, la amabilidad, la sensibilidad con los demás, etc., es lo que diferencia a las grandes personas de las mediocres.

10 actitudes fundamentales para vivir con entusiasmo, alegría y optimismo:
La importancia de los hábitos
Porque si queremos ser mejores, tenemos que mejorar nuestros hábitos. Los resultados que obtenemos en nuestra vida, como profesionales, como padres, como pareja..., dependen de nuestro comportamiento, y nuestro comportamiento depende de nuestros hábitos. Si queremos mejorar, tenemos que desarrollar hábitos positivos y eliminar aquellos que nos perjudican.
Decidir vivir con alegría
Lo único que Las personas tenemos la capacidad de elegir al 100% es nuestra actitud. Tu actitud es la que tú quieres que sea, vivir con alegría es una decisión, una elección que todos podemos hacer independientemente de nuestras circunstancias. Porque todos merecemos vivir con alegría.
Ser buena persona
En esta sociedad, donde todo va tan rápido, a veces olvidamos la importancia que tiene la calidad humana. Toda nuestra vida se basa en las relaciones con otras personas, y lo que transmitimos a los demás es básicamente nuestra manera de ser. Nos gustan las buenas personas, las necesitamos. Y es imposible que seamos buenos padres, buenas parejas, buenos amigos o buenos profesionales si no somos buenas personas. Todas las personas que impactan a otros, no lo hacen por el coche que conducen o el trabajo que realizan, lo hacen por su calidad humana.
Proactividad
¿Cuántas veces nos quedamos parados, sin actuar, esperando que las cosas se solucionen por sí solas? ¿O lanzamos una moneda a un pozo pidiendo un deseo? ¿O le rezamos a un santo? ¿No crees que es mejor tomar acción y ser nosotros mismos quienes provoquemos el cambio que queremos en nuestra vida? Tenemos que desprendernos de las excusas que nos ponemos como límites para no hacer lo que queremos con nuestra vida.
Vivir con objetivos
¿Cuándo dejaste de tener un plan? ¿Cuándo te casaste? ¿Cuándo terminaste la carrera? ¿Cuándo conseguiste el trabajo? ¿Y luego qué? ¿Eres de los que piensa que ya tienes tu vida hecha y con levantarte cada día, soportar el atasco, cumplir con tu trabajo, hacer algún plan con los amigos el fin de semana y tumbarte en el sofá el domingo, esperando que llegue el odioso lunes, ya tienes bastante? Tenemos que aprender a marcarnos unos objetivos y entender la importancia que tienen.
Cuidar lo importante
No necesitamos que nos digan las cosas, necesitamos que nos las recuerden. Especialmente, que nos recuerden las cosas importantes de la vida. La gran paradoja del ser humano es que muchas veces nos damos cuenta de lo que es importante cuando es tarde. Tenemos que vivir sabiendo que lo más importante en la vida es: que lo más importante, sea lo más importante.
Disfrutar de lo cotidiano
Vamos siempre con tanta prisa, con tanto estrés encima que hacemos Las cosas como robots, sin valorar lo bueno que tenemos, que es mucho. Tenemos que aprender a que el hecho de despertar cada mañana, con un día por delante para hacer cosas y disfrutarlas, es un gran regalo. Pero, como eso es algo que te lo dan todos los días, ya no valoramos. ¡Aprendamos a disfrutar y a aprovechar la única oportunidad que tenemos de vivir!
Ser agradecido
Uno de los más famosos refranes dice: «no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes». Y no es demagogia, es una verdad absoluta. Estamos siempre pendientes de los problemas, de lo que nos falta, de lo que no funciona bien..., y olvidamos valorar lo que sí tenemos, agradecer las alegrías que nos da la vida y darnos cuenta de que lo cotidiano puede ser fabuloso.
Ser amable
Algo que también es gratis y para lo que no se necesita tener títulos, ni masters, ni alguna condiciones física espectacular es para ser amable. ¿Y por qué nos cuesta tanto trabajo a veces? Es algo inexplicable (y con lo bien que siente) seguro que te has quedado con una sensación muy agradable cuando alguien te trata con amabilidad. Seguro que sonríes, porque es una respuesta natural Y de la misma forma, también disfrutarás de la sonrisa que te brinda la persona a la que has tratado con amabilidad. ¡Si es muy sencillo! ¡Hagámoslo!
Actúa sin importar lo que están haciendo, diciendo o pensando los demás
Para mí es este es el punto más importante, porque es el que le da sentido a todos los anteriores. Dar y hacer sin esperar nada a cambio, sin importar si alguien nos está viendo o no; hacer las cosas de forma desinteresada, siendo lo único que nos importa: hacer las cosas para nosotros mismos, es nos ofrece la libertad plena de ser como somos, de dar cuanto queramos sin limitarnos ni compararnos por lo que otros hagan en consecuencia. Nos permite vivir sin amargarnos por otros.
Sin duda el CONOCIMIENTO es muy importante porque nos brinda el saber hacer las cosas, que se suma a nuestras HABILIDADES, que nos da el poder hacer las cosas bien; pero ambas sin duda siempre tendrán un efecto multiplicador cuando se ven acompañadas por buenas ACTITUDES, que nos da el querer y desear hacer las cosas de la mejor manera.




Comentarios